lunes, 21 de enero de 2008

EL MEJOR DE TODOS















Héctor Espino representó para el beisbol mas que un bat y un guante, forjó una leyenda que a través del tiempo y e la historia será recordada por siempre. 

Héctor Espino Gonzalez murió el 6 de septiembre en Monterrey. Sin penas ni ironías, grande como fue toda su vida.

Hay tanto de que hablar del "21 anaranjado", tanto que decir, tanto que recordar, tanto que añorar del mejor pelotero mexicano que ha pisado un diamante de beisbol.

 Sus récords que han quedado para ser inmortalizados, sus hazañas que lo ha colocado en la leyenda de la pelota universal, pero sobre todas las cosas, recordar al hombre que durante mas de dos décadas le dió una nueva dimensión al beisbol en México, al ser humano que con su sencillez y la modestia que solo tienen los predestinados en la vida, tuvimos la fortuna de verlo jugar en su apogeo.




Han quedado a tras los dias del "Niño Asesino" o el "supermán de Chihuahua", el hombre que bateó 310 jonrones y ganó 13 títulos de bateo (se retiró con su ultimo titulo de bateo), pero quedan en 24 años, muchos recuerdos, muchas satisfacciones.




"El beisbol es un trabajo, como una profesión al que tiene uno que brindarle la mayor parte del tiempo y hasta todo el tiempo completo" dijo Espino."Si uno se dedica a jugar beisbol, hay que tener disciplina, tratar de superarse para progresar día con día, para ser mejor en su trabajo y dar algo positivo de si mismo".




Héctor Espino se retiró del beisbol el 31 de diciembre de 1984 a los 44 años de edad con el equipo de toda su vida, Naranjeros de Hermosillo."Me retiro no porque no pueda continuar jugando, me siento en buenas facultades para seguir, pero me siento cansado a través de tantas temporadas y claro, veintantos años en el beisbol son muchos. Pero también estoy consciente que con tantos años jugando, viene la decadencia", dijo.



¿PORQUE NO FUE A LAS MAYORES?


"¿Porque nunca reporté?", dice repitiendo la misma pregunta que tantas veces se la han hecho, pero ademas de que lo dice, también se autoanaliza y modestamente como lo ha sido siempre, no afirma que pudo haber hecho una carrera notable en Grandes Ligas."No fui por una serie de problemas de tipo económico con el que era entonces dueño del equipo (de Monterrey) Anuar Canavati", dice recordando el lejano año de 1965, cuando los Cardenales de San Luis pensaron que tenia asegurado su contrato."Entonces el beisbol no estaba tan bien organizado como ahora, pues en los contratos no se establecía el tanto por ciento que le tocaba al jugador como en la actualidad en la transacción, pero aunque no lo había se podía arreglar de persona a persona; mas que contrato era una cosa humanitaria. hasta la fecha, sigo pensando que era algo que merecía, algo justo.


"Posiblemente yo tuve la culpa, posiblemente no o quizás me faltó asesoramiento en aquellos años, pero aún asi pedía una cosa que estaba justificada. Esas fueron las razones y mi verdad del porqué no fuí a jugar a los Estados Unidos", dice el nativo de Chihuahua.




"En cuanto a si pude o no haber triunfado en las Mayores de haber ido, no lo puedo asegurar, no puedo saberlo tampoco, si lo haría bien o haber hecho esto o lo otro, sería pecar de jactancioso".



Con cierta nostalgia recuerda esos años, cuando se le comenzó a llamar en Estados Unidos el "Babe Ruth Mexicano", con aquellos 46 jonrones en la Liga Mexicana en 1964, que le valió jugar mes y medio en la poderosa liga internacional (AAA) con el equipo de Jacksonville.




"Me sentí bien jugando en Estados Unidos y el trabajo que hice fue mi primera opción para regresar y también para las primeras pláticas con Canavati. Se ha dicho que no me quedé por nostalgia; eso no es cierto."La participación que yo le pedía del contrato era poco, pero él (Canavati) nunca accedió a darme ni siquiera menos de lo que yo creía que era justo. Y es que cuando uno se encuentra con ese tipo de dirigentes, es muy difícil llegar a un acuerdo".



¿Son los 46 jonrones o las otras grandes marcas el mejor momento de su carrera?La contestación del señor del beisbol es elocuente. Deja los fríos números fuera de su alcance y lo hace con la sinceridad propia del hombre de estatura grande en pensamiento y sabiduría.




"Tengo algunos récords, pero para eso se imponen. Se implantan para que los igualen o los superen, pero hay uno que no se puede igualar o romper tan rápido, porque a ese ni le "Pichan"o le "batean", dice sonriendo. "Siempre está en el mismo lugar y es de concreto. Solo lo puede derribar un ciclón y por aquí ni ciclones llegan". Otro récord mas a la cuenta de don Héctor Espino: El estadio que lleva su nombre.

¿El mejor equipo de los naranjeros? "Para mi, el mejor equipo de los Naranjeros fue el del año 1976, aunque también el del 74-75. Sin embargo, el del ´76 era demasiado bueno con el kaliman (Robles), Eddie Leon, Wills (Bump), Celerino (Sanchéz) y un servidor en el cuadro y Arnoldo de Hoyos, Jerry Hairston y Chet Lemon en el outfield, con un picheo en donde estaba Maximino, Pancho Barrios, Rich Hinton, Komadina, Capilla y el "Pecoso" Acosta. Era un equipo con base firme, capaz de ganarle a cualquiera". Y como no iba a recordarlo, si ganaron el campeonato y después hicieron historia al conquistar la Serie del Caribe de Santo
Domingo.


(Esto es parte de un articulo de Jesus Duran Santeliz extraido del diario EL IMPARCIAL publicado el sábado 18 de octubre de 1997)

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